El sonido de las maracas contra un bajo, un furruco o sintetizador, una sola voz sonando entre varios instrumentos que no lo dejan oír bien, o un grupo armonioso de 2 hombres y 2 mujeres, cantado una “lambada”. Podría ser el día a día de las personas como, con OIDOS BIPOLARES, si, como lo están leyendo, oídos bipolares, ¿como se llega a esta conclusión? Fácil, si crecen en pleno apogeo de los 90’s pasando al siglo XXI, podrían entenderlo, muchas buenas bandas pueden pasar por nuestras orejas, les traerán recuerdos The Doors, Pink Floyd, Nirvana, Oasis, Radiohead… entre otros… ya sea por un primo, hermano mayor, o cualquier derivado familiar cercano que les pudo influir esas melodías clásicas contemporáneas, como a mi me gusta decirles, a las que solemos llamar como “música que si sirve y vale la pena escuchar”.
Pero hay ciertos casos que pueden influir, en todo caso, serian también cualquier familiar cercano que haya pasado los 30 años en el momento de su infancia, en donde podrá recordar nombres, Celia Cruz, Eddy Santiago, Oscar De León, ente muchos otros. Son esos tipos de música que te hacen bailar con la tía o la prima, o en su defecto, en el peor de los casos con la hermana, en donde ninguno de las dos partes quieren pero es “algo obligado que tienes que hacer para compartir con la familia”, unos como ser latino y posiblemente orgulloso de lo que eres, siempre pudiste estar identificado con cualquier películas gringa que se te atraviese, y eso, se nos adentra en el cerebro y se nos queda pegado ahí como un chicle viejo al zapato mientras caminas por la calle, y luego empiezas a vestirte diferente, tus padres dicen cosas como “ese muchacho ya esta perdido” o “eso e culpa del MTV ese” Y ES CIERTO! Es completa y absolutamente culpable ese pequeño canal que actualmente ha perdido su verdadera esencia, pero a que a principios de los 90’s era una revelación para toda la cultura Underground mundial, pero también tenemos la otra contraparte, somos latinos, ya estamos acostumbrados al típico estereotipo exterior en como nos tienen plasmados, que somos gritones, peludos, no nos “pelamos un bonche”, y a veces hasta un poco flojos (la mitad de las cosas ya son mentiras) pero es lo que nos haces únicos, pero después de reflexionar, seremos mas de el montón o seremos la nueva raza que dominara el mundo?
Vouyerista Social
multi
viernes, 3 de mayo de 2013
No saber llorar es bueno.
No se llorar, y no me importa; hasta hace unos pocos minutos entendí que es lo mejor que puede existir, ya que tanto el llanto como la risa son espontaneas y necesarias, llorar es para cuando se siente y se quiera hacer, no cuando se tenga que hacer, por otra parte si se reír, me encanta hacerlo, se cuáles son sus técnicas y su energía, TODO, hasta me considero un profesional pero también tengo fallas de ética…
Soy ruidoso pero también callado, soy histriónico y la vez tímido, pienso mucho lo que no digo y digo todo lo que pienso, me considero perfecto del espejo para afuera pero doy gracias que el espejo muestra las emociones y pensamientos porque ni tuviera uno en mi casa, puedo explicarme con tan pocas palabras y aunque las lea y lea no podre entenderlo, soy tan autosuficiente que me vuelvo dependiente al momento; no creo en lo que veo ni pienso si no en lo que siento, amo a la humanidad y la detesto por existir, me encantan las mujeres, los hombres, los niños y los perritos (pero más los dos primeros) soy un enfermo y extraño por hablar tan abiertamente del sexo tan tranquilamente en la calle y por hablar filosóficamente conmigo mismo en un rincón oscuro.
Aprendí que las pequeñas cosas son las que te hacen grande y las personas que menos pensabas que influirían en ti son los que te hicieron lo que eres.
Y a la final rio en todo momento y lloro cuando puedo o más bien quiero, y es porque es así, porque soy lo que soy.
miércoles, 5 de diciembre de 2012
Como la intención de una canción cristiana me cambio
Un día como hoy, un día cualquiera en el que todo y nada pudo
pasar ocurrió algo que no considero ni lo uno ni lo otro, y se realizo con algo
que no tenía ni la menor intención de que se empezara en algo para causar un
efecto y ni menos me lo esperaba. Fue ante la sorpresa, una canción cristiana,
de esas que puedes escuchar en la calle y dices “blah blah blah fanatismo
cristiano blah blah blah” pero no fue así,
extrañamente este causo tanta impresión en mi que al fin cumplió su cometido
como indiscretamente tenía previsto: cambiar mi perspectiva, darme una vez más
el don de la conciencia y querer mejorarlo o mejor, cambiarlo.
Se creería que después de un día donde critique, evadí y
hasta desprecie a personas tan importantes solo por extralimitar sus gustos
hasta el punto de, siendo completamente sincero y simple, sacarme de quicio
hasta la más mínima parte de mi ser y que consiguiente a lo dicho, me haya
escapado de mi casa, con todas las letras de la palabra que malcriado tenga. Lo
hice, si, fue la mejor decisión para un impulsivo neurótico como yo que solo
quiere tranquilidad y estabilidad en su entorno. Y eso hice, retirarme y mis
niveles eufóricos-emocionales se calmaron; luego de fuertes, directos y
reflexivos comentarios de terceros a los que no les di importancia y en
donde todavía defendía mi puesto de “yo tengo
la razón”, no quería saber de esos comentarios pero que inconscientemente todo quedaría
guardado para el momento indicado.
Y así fue como paso, como “valga la redundancia” una canción
cristiana, o al menos su intención, con
todo lo que acompaño: los intérpretes en vivo con toda la pasión que trae
consigo un músico, la alegrías en el ambiente que todos compartían por un motivo
en común, el cumpleaños número 16 de mi hermano y la disposición d todos a
escuchar la presentación aunque había unos recelosos sorprendidos por su
aparición (como yo) diciendo “ah ya vienen estos a joderme más la noche”, peo
no fue así, si no que mientras ellos empezaron a tocar me mostraron su alegría,
amor, etc; y se mezclaba algo en mi, que estaba metido en sus propios problemas
existenciales de adolescente que ya no es, sentí un golpe, emocional, moral e
intelectual, un golpe que hablaba y decía muy claramente “estas equivocado,
esto es amor, solo que tu rabia te cegó y no te dejo ver lo que tanto predicas,
pero ya no lo harás mas, acepta para ser aceptado”. Y así fue como esa
intención me abrió los ojos, no sé si fue dios pero si fue el entonces dios es
conciencia.
Puedo decir con toda racionalidad que no soy ni me volveré
cristiano, por razones aparte de esto, pero el verdadero punto es que las
mejores y más importantes cosas vienen de golpe y sin avisar y como diría
popularmente un venezolano deportista “me agarro fura de base” pues así es que
se aprenden las más grandes cosas, con el “nunca me lo esperaba” atravesado.
martes, 24 de julio de 2012
Y una vez dije "me niego a vivir una historia de amor".
Miércoles,
6:08 PM, mientras estoy acostado en mi cama, tratando de distraer mi mente de
los enrollos que yo mismo me creo, hablando con amigos pensando que así es la
manera más fácil y estúpida de escapar de mis procesos mentales; me encuentro
pensando en los pocos libros que forman mi biblioteca personal y la ausencia de
novelas románticas en ella, me digo, ¿Por qué no tengo?, o al menos una o dos
del gran maestro “el Gabo”, pero, ¿cuál es la razón en la que me niego inconscientemente
a no leer historias de amor, romances índoles y frustrados, pasiones de verano
que terminan siendo las prosas y versos más hermosas que existen? Y rápidamente
vino a mi cabeza la respuesta de “me
niego a vivir historias de amor”, esta respuesta, tan rápido como fue hecha me
dejo helado y perplejo; preguntarme porque había legado a esa conclusión o más
importante era el porqué de la misma respuesta.
Obviamente,
el amor como todas las cosas tienes sus pros y sus contras, se tiende a sufrir
y a lamentarse por aquel que no se nos dé, por todo lo que quisimos y lo que no
obtuvimos, lo que quisiera y nunca llego aunque se peleara lo más fuerte que se
pudiera por ello, pero el pasar de los tiempo me ha enseñado que lo que no es
no es, así quieras hacerle un amarre para intentar “tenerlo” )ojo, eso no lo he
hecho y tampoco lo hare).
No puedo
decir que estoy cansado del amor y sus caídas en el camino de la vida, porque
para mis escasos 19 años he tenido casi tantos “romances” como dedos tiene mi
mano, no estoy dispuesto a renunciar a algo que no se si seguirá llegando al
pasar de los años luego de que termine de escribir esto, no estoy en capacidad
para determinar mi experiencia en el amor y cuan pragmático soy en ello, porque
de algo si se al menos, ni soy experto ni soy pragmático.
Hasta ahora
no he dejado que ninguna relación, anhelo, capricho y apasionamiento por
alguien me quite las ganas de amar a alguien más o algo más, porque estoy consciente
de que el amor que siento por todo lo
que me rodea es lo que me hace ser quien soy; un gran escritor británico ,
alabado por mi persona como lo es Oscar Wilde una vez dicto más o menos así: “el
amor nos hace mostrar la máxima expresión de nosotros mismos” y así lo siento,
no soy quien para odiar a otro quien, ni pretendo mis energías en ello, energías
que podría utilizar en amar.
Todos me
dicen que soy muy valiente y fuerte por no dejar que una mala experiencia m
desanime a seguir intentándolo que sigo adelante con una sonrisa que me
caracteriza esperando a volver a intentarlo, pero la verdad es que esa sonrisa
se vuelve más grande con cada fiasco que tengo, con cada experiencia que vivo,
para ocultar el miedo, la tristeza y cansancio que tengo para “seguir
intentando” somos seres cambiantes y progresistas, tenemos que mirar hacia adelante,
para crecer y buscar nuevos resultados, pero el contraste es que mientras más caídas
tengo y mas difícil es seguir caminando hacia adelante y por alguna razón que desafía
la lógica yo sigo caminando, teniendo en mente todas mis heridas pero sabiendo
o que se curaron en el camino o cuando llegue a esa meta.
Con el
paso del tiempo me he descubierto en este campo y como puedo llegar a ser:
entregado totalmente, dedicado a la persona, ayudarla. Comprenderla y asistirla
en lo que pueda, romántico y soñador, sincero y consentidor, aunque todas esas
cosas pueden ser tanto virtudes como defectos, todas son palabras que trato de
llevar a la práctica, práctica que a muchos no les gusta y no los juzgo, pero
si me importa lo que digan sobre eso porque fueron y son importantes para mí,
ya que los deje entrar en un lugar que por los poetas es ese sitio más deseado,
odiado y nombrado a la vez: el corazón, pero ya sea el físico, el lirico o el
emocional al final es aquel a quien le damos la razón cuando pasa algo que
queremos y lo sentimos y le echas la culpa al cometer cualquier tontería, ese
que es tan importante en su vida para las personas tan tragicómicas como yo, y
que doy gracias todos los días por ser así, por vivir como si fuera el ultimo día
y por eso todo para ya, que no puedo esperar a decir un “te amo” cuando en
verdad se siente, y que sufro y me enfrasco como nadie cuando la persona que me
brinda el amor se aleja de mi camino, ese soy yo.
Con todo
esto, se me vino una palabra a la cabeza, como es la del miedo, y luego se
forma “tengo miedo de volver a amar de esa manera” y ¿Por qué? ¿Tal vez sea porque
no quiero volver a entregar todo de mí a
alguien que no lo valore? ¿O tal vez sea que estoy cansado de seguir sufriendo
la desilusión de no ser correspondido? ¿O porque tengo miedo de intentar seguir
caminando para luego caer? Y me doy cuenta d que no es una, si no todas a la
vez forman una: ¿tengo miedo de amar? Si pero también quiere decir que tengo
miedo de vivir esa sobre exposición de cariño, de afecto y de atención que me pueden
brindar, de entregarle toda la dedicación y cariño que sientes por ti mismo a
otra persona y que esta te lo agradezca retribuyéndotelo, que tus sonrisas sean
motivo y efecto de su sonrisa, que un “te quiero” sea lo que los separe de un
completo extraño a esa persona que guardaras para siempre en tu corazón y a eso
no le negare un posible “todo eso y más”, por que amar es compartir, anhelar,
aprender y vivir y desde ahora esa es mi filosofía del mundo.
viernes, 15 de junio de 2012
Esta vida, mi vida en las vías
“la
vida es un tren, no sabes que paradas y cuantas hará y ni quien se subirá ni
bajara” fueron las palabras de una amiga, me identifique completamente con
ellas y con toda la analogía, hasta el punto de cuestionarme: ¿Cómo saber
cuando no quieres a un pasajero en el tren de tu vida? O más complejo aun, ¿Cómo
saber cuando llegara su parada y se bajara de el tren?, tal vez no lo quieras
saber, por que por algo te lo preguntas, para no saber la respuesta al instante;
todos estos pasajeros tienen algo en común, algo que compartir: estar en el
mismo tren, algunos le tomaran más importancia al viaje y al que está a su lado
en el mismo que a otros, algunos no saben ni se tomaran la molestia de querer
entender por qué se sentaran ahí, el por qué eligieron ese tren y por qué no se
han bajado y no se han despedido de los demás, a veces eres tu quien no quiere
ayudar a bajar a las personas y lo único que haces es que sea más difícil y
largo una despedida que se tuvo que hacer hace mucho tiempo, porque te acostumbraste
a esa presencia, a ese acompañamiento, se volvieron buenos compañeros de viaje
y no saben si quieren terminar es viaje juntos pero tampoco saben si se quieren
bajar del tren.
Tal vez,
y solo tal vez, tu todavía no sabes que estás montado en ese tren, en ese asiento
y al lado de esa persona, pero no te quieres bajar hasta descubrir ese porque,
puede tener el miedo de descubrirlo y saber lo que no querías saber, de
encontrar aquello que te hiciera arrepentirte de haberte quedado, pero esa
misma fuerza es la que te mantiene sentado en el asiento, que te dice que no es
tu hora, Pero simplemente son pasajeros, se montaron en un tren con un destino,
están disfrutando del paisaje y disfrutando de ese pasajero, sin esperar ni más
ni menos, tal vez ellos no lo sabrán aun, pero simplemente es así.
jueves, 14 de junio de 2012
No eres tu, es esto.
¿Dejar ir
las cosas que más quieres por qué se quiere ir o porque tú quieras? ¿Las cosas
cambian? Al parecer si, y cuando menos lo esperas, y de la manera menos
pensada; rompiendo una de mis mas grandes regla personales de “no te
acostumbres a nada” fue que acabo de entender esto que me está pasando, pero lo
supe desde hace tiempo pero todo me decía que no o viera y lo dejara pasar, y
eso fue lo que paso: PASO Y SE FUE, o al menos está empezando a hacerlo, pero
puedo decir correctamente que mas que acostumbrarme a eso me adapte, le agarre
cariño, lo hice parte de mi, tanto que cosas tan importantes y amadas no las
comparto con nadie, y sí, soy egoísta, tanto que poco pienso en ella, en lo que
quiere, piensa y siente; y lo peor es
que se lo que ella quiere piensa y siente pero no lo quería aceptar porque
exactamente sabia todo esto y sentía que no era lo que ella quería ni pensaba
ni sentía, o al menos siempre pienso así.
No estoy
hablando desde el hecho de tener algo que no me pertenece, si no de mantener
algo que quiero que este conmigo, días, horas, momentos específicos han hecho
que yo pueda decir con franqueza que no quiero que se vaya, es tan única y
especial como los momentos que compruebo lo importante que s para mí y lo que
no quiero perder, no hablo de retener algo con todo esto si no de mantenerlo a
mi lado.
Y ahora
que tiene lo que estaba buscando desde hace tiempo no puedo describir toda la
extraña y mezclada gama de emociones que ni se como ordenar: alegría, rabia,
celos, tristeza, satisfacción, incertidumbre; estoy feliz sé que es feliz pero
lo estaría más si mas nadie se metiera en esa felicidad que tenemos en común,
pero creo que es hora de dejar ir algo que quería escapar desde hace tiempo
“el amor incondicional
de un amigo nunca se podrá comparar pero siempre existirá porque no importa la
distancia y el tiempo no la desvanecerá si es verdadera”
viernes, 1 de junio de 2012
Yo, superficial.
Esto de vivir de
superficialidades y banalidades personales se esta volviendo una extraña y permisiva
rutina, una rutina que, he dejado que me controle, como la de un constante
dolor muscular causado tal vez por el estrés que esas mismas banalidades causan
en mi, tales como la universidad, los amigos, los no tanto que hacen que valore
mas a los primeros, las familias y todas las preguntas o inquietudes que sean a
mi opinion personal, estupidas e inutiles, ya que, cualquier incognita, que sea
lo suficientemente “larga y complicada” para deducirse en una hora y que te la
digan los demas no tuvo que valer lo suficiente para ser formulada en primer
lugar.
Y aquí estoy,
haciendome las mismas preguntas raras como: “¿ire al curso mañana?, ¿me
avisaran para hacer tal cosa luego? O ¿vere television hoy?”, simplemente
estupidas, y esto me lleva a preguntarme: ¿desde cuando me volvi tan
superficial?, me consideraba la persona que podia distinguirse del resto, que
se hacia preguntas asi mismo tan existenciales sobre su ser, tan dificiles de
responder como la incognita del huevo y la gallina, tan diferente para saberlo
y tan confundido con todo lo que me preguntaba y tan igual a los demas que no
sabia como responder esas preguntas que dejaba en mi cabeza para que me
volvieran el ser humano (todavia esta en dudas eso) que soy ahora,pero ¿Qué me
ha llevado a eso? ¿a ser el ser superficial que tanto me ladilla de mi mismo? Y
si, me considero superficial a mi manera, ya que todo lo que me pueda incomodar
desde adentro y se resuelva desde afuera es lo suficientemente banal y tonto
como para que ni piense en enorgullecerme de hacerlo resolvido, y lo peor es
que cuando me refiero a lo de afuera le
digo “a los que estan a mi alrededor” es decir, los demas.
Siento nostalgia
por ese Jose extraño y pronfundo que dejaba incognitas en mi y que me hacia
enloquecer de emoción tratando de averiguar el QUE y el POR QUE y siento que se
canso y le cedio el puesto al Jose “superficial” que lo unico que le importa si
llovera o no, no estoy exagerando por que me aburro de esto, y cuando me aburro
de algo lo dejo y siento que puedo dejar de ser yo mismo y eso es lo que menos
quiero.
No se si todas
las incognitas posibles en mi vida se hayan resuelto por eso no me gusta,
quiero creer que todavía hay mas hilos de preguntas que hay que desenredar y
que el actual Jose no tiene ni las ganas ni el valor de hacerlo, y al final de
cuentas no se si seria regresar a lo de antes y perder todo lo que he logrado,
y al final como un destello se me viene la frase:
“solo quiero ser yo mismo,
por que ahora no estoy seguro de haberlo sido alguna vez”
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